Reformar para alquilar. Algunos consejos.
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Reformar para alquilar. Algunos consejos.
Es muy común que algunos propietarios de viviendas antiguas se planteen hacer una reforma para alquilar el piso a un precio mejor y obtener, por un lado, la seguridad de tener unos inquilinos con una mayor solvencia y garantías, y por otro lado obtener una mayor rentabilidad a largo plazo de ese inmueble.
Estas reformas pueden incrementar considerablemente el precio de alquiler de mercado y por otra parte la percepción positiva de la vivienda por parte de los potenciales inquilinos. Sin embargo conviene evaluar bien cuáles son las reformas a considerar y el incremento de rentabilidad a obtener con las mismas.
Bajo nuestro punto de vista lo más recomendable es que la vivienda sea funcional y que el diseño sea lo más neutral posible para que cualquier otra persona pueda encontrarse identificado con la vivienda y cómodo con la distribución y estilo de decoración.
Estos son algunos de los principales consejos para reformar para alquilar tu vivienda:
Opta por materiales que tengan una óptima relación calidad/precio para así asegurarte que rentabilizas lo antes posible la inversión en la reforma.
Si la vivienda está en buen estado es posible que solamente necesite pequeños arreglos que mejore el aspecto generando una mayor sensación de limpieza. Por ejemplo, pintar las paredes o pulir los suelos puede ser lo único que necesites.
Si la vivienda tiene algunos deterioros o bien, es muy antigua, quizá convenga arreglar las instalaciones y reformar la cocina y los baños. Por otro lado, en el resto de estancias, quizá solo tengas que sustituir los muebles antiguos por otros más ligeros y actuales.
Otros cambios recomendables son aquellos orientados a mejorar la eficiencia energética de la vivienda ya que los futuros inquilinos es algo que valoran muchísimo. Por ejemplo, cambiar las ventanas, el sistema de calefacción e iluminación etc.
Además te recomendamos también que cuides los aspectos estéticos ya que esto es una de las cosas a las que se suele prestar atención inicialmente. Los seres humanos somos muy visuales y si el aspecto de la vivienda no llama la atención o no agrada inicialmente será muy difícil convencer posteriormente al posible inquilino. Así, que trata de evitar elementos muy personales en la decoración, opta por líneas sencillas, de colores neutros o claros y sobretodo una buena iluminación.