Errores a evitar al reformar una cocina
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Errores a evitar al reformar una cocina.
La cocina es una de las estancias más importantes de la casa. En ella pasamos gran parte de nuestro tiempo por lo que además de tener un diseño que nos guste debe ser funcional. Cuando nos planteamos hacer una reforma una de las primeras preguntas que nos surge es saber cuanto cuesta reformar una cocina. Y aunque muchas veces el presupuesto condiciona definitivamente los cambios que queremos hacer, es necesario invertir lo mínimo para evitar los errores más comunes al reformar una cocina.
¿Por qué tener en cuenta los siguientes errores a evitar al reformar una cocina?
Cualquier obra o reforma en casa implica algunas molestias inevitables que hay que tener en cuenta. Polvo, materiales de trabajo en la casa etc. Por eso, planificar bien tu reforma es algo fundamental. Tener en cuenta los errores a evitar al reformar tu cocina puede hacer que te olvides durante algunos años de próximas obras y por tanto un ahorro de costes y de molestias.
¿Cuáles son los principales errores a evitar al reformar una cocina?
A continuación te proponemos un listado de los principales errores a evitar al reformar una cocina. Si tú cometiste en su día alguno más y quieres compartirlo nos encantaría leerte.
No planificar la reforma de tu cocina. Uno de los errores a evitar al reformar tu cocina.
Uno de los errores más frecuentes al reformar una cocina es no planificar la reforma con antelación. Ten en cuenta que la mejor época para realizar una reforma en casa son los meses de primavera y verano: Los días constan con más horas de luz y el tiempo te permitirá abrir las ventanas para favorecer, por ejemplo, el secado de la pintura.
Por ello, si quieres hacer reformas debes buscar meses antes a la empresa que te de todas las garantías para asegurarte de que no tendrás problemas de plazos ni de acabados. Por otra parte, antes de lanzarte a pedir presupuesto conviene también que hagas un repaso de tus necesidades, busques inspiración en blogs o revistas de decoración para definir los estilos que más te convienen y establezcas un presupuesto máximo para tu obra.
No tener en cuenta la funcionalidad de la zona de trabajo
Muchas veces nos dejamos llevar por las tendencias o el diseño y nos olvidamos de lo más importante: la funcionalidad.
Es importante que definas cuál es tu objetivo al hacer la reforma. Quizá sea simplemente darle un aspecto más moderno o quizá elegir muebles o una distribución que te permita ganar espacio y luz. Ten en cuenta que las zonas de cocinado, lavado y de preparación de alimentos deberán encontrarse lo suficientemente cerca para que no te resulte difícil moverte de un lado a otro.
Dependiendo de las dimensiones y forma de tu cocina se puede optimizar el espacio y ganar comodidad eligiendo una distribución de acuerdo con el uso que se le va a dar.
Elegir materiales de mala calidad o durabilidad
La calidad de los materiales y de los profesionales es otro factor a tener en cuenta. En ocasiones se elige el presupuesto más barato y como consecuencia, un mal acabado o calidad de materiales hace que éstos se deterioren antes y sea necesario cambiar antes de lo previsto.
En otras ocasiones no es solo una cuestión de precio. Determinados materiales que pueden ser tendencia ofrecen una durabilidad menor aunque su precio sea elevado. Por eso, asesorarte por una empresa con experiencia puede ser decisivo a la hora de elegir unos materiales que te ofrezcan la máxima durabilidad y resistencia al precio más ajustado.
No ajustarte al presupuesto
Conviene que hagas una estimación previa del presupuesto que quieres destinar a tu reforma. Conviene que seas realista en el presupuesto pero que este sea también lo más ajustado posible para evitar gastar en cosas innecesarias. Ten en cuenta cuáles son tus necesidades y no te olvides de ningún detalle. Piensa en las instalaciones, pavimentos, mobiliario etc y deja una partida para posibles gastos extra.
Contratar al profesional más barato pero que no te ofrece todas las garantías
Un error muy común es pedir varios presupuestos y decantarse por la empresa más barata. Puedes arriesgarte a que no se cumplan los plazos o calidades durante la ejecución y acabados si contratas a una empresa que no tienen un equipo suficientemente amplio o no te ofrece todas las garantías.
No tener en cuenta las instalaciones
Ten en cuenta que muchas veces es necesario renovar también en la instalación eléctrica y de fontanería. No tener esto en cuenta puede suponer tener que hacer reparaciones posteriores que impliquen daños y costes extra. El presupuesto de renovar las instalaciones puede suponer un 20% del total de la reforma, pero a la larga es una inversión en tranquilidad pues tener que sustituir baldosas, desmontar fregaderos después pued eresultar más caro y molesto. Aprovecha tu reforma para ganar en tranquilidad.
No aprovechar la luz natural
Una distribución inadecuada de los muebles de tu cocina puede hacerte perder luz natural. Evita errores tan evidentes como colocar la nevera junto a una ventana, por ejemplo. Haz que tu cocina parezca más grande con colores claros si es que no dispones de muchos metros y aprovecha todo lo posible la luz natural. Piensa que la cocina es una de las estancias que más se usan en una casa por lo que renunciar a la luz natural puede generar después una sensación desagradable. Además podrás ahorrar costes en luz, lo que hará de tu hogar un lugar más eficiente.
Por otra parte, en el momento en que diseñes tu nueva cocina piensa bien en la opción de iluminación mejor. Las tomas de corriente y puntos de luz deben estar bien planificados para que su uso resulte funcional y se ajsute a tus necesidades.
No calcular bien el espacio de almacenaje
Otro de los errores a evitar al reformar una cocina es no pensar con detenimiento en los espacios de almacenaje que necesitamos. Un buen diseño te permitirá aprovechar todos los rincones. Si tu cocina es pequeña quizá puedas colocar baldas hasta el techo o eliminar zócalos para ganar espacios. Comprar muebles a medida, sobretodo en espacios con distribuciones complicadas puede ser una buena solución para ganar capacidad de almacenamiento.
Por otra parte, asegúrate de que los utensilios de uso diario quedan a una altura cómoda y reserva los pisos superiores para los objetos que utilices de forma esporádica.
No pedir los permisos necesarios
Otro aspecto a tener en cuenta es solicitar el permiso necesario al organismo correspondiente para no tener problemas posteriores con vecinos.